Involucrando a Participantes de la Ciudad Alta Atrihea

—¿Ahora comenzamos? —dijo Falco mientras miraba a Zim con una mirada fría.

—No sé quién eres ni por qué alguien tan fuerte como tú estaría llegando al campo de batalla hasta ahora, pero lo que hice era necesario y estoy seguro de que puedes estar de acuerdo conmigo... ¡El campo de batalla no es para débiles de corazón! —dijo Zim mientras intentaba adoptar una expresión de justicia.

—¿Débiles de corazón, eh...? ¿Y qué hay de los débiles de corazón duro? —preguntó Falco con una mirada solemne mientras daba pequeños pasos hacia adelante.

—El campo de batalla no es para débiles en absoluto, ¡ya sean de corazón blando o no! —respondió Zim con una expresión de repulsión.

—Bien, me alegra que admitas que no es para débiles —dijo Falco mientras daba otro paso adelante.

—Diez veces lo que le sucedió a ella también debería infligirse a los débiles, ¿no crees? —preguntó Falco con una pequeña sonrisa formándose en su rostro.