Región Montañosa Desafiante

—Gurg, no te enfades con él —dijo ella con una mirada suplicante.

—Siempre lo apoyas, Paula, pero él te trató como mierda —dijo Gurg con una expresión de lástima en su rostro.

—Yo... No... —balbuceó ella, sin saber qué decir.

—No puedo creer que Gustav esté participando en la prueba. Parece que lo está haciendo bien también... ¿Qué está pasando? —preguntó Gurg mientras miraba la pantalla.

Endric estaba en un corredor con una superficie de piso deslizante. El piso lo movía hacia adelante a través del corredor.

«Esta vez, Gustav, prometo acabar contigo por la humillación que me causaste», dijo internamente con una expresión de rabia.

Ya habían pasado ocho horas desde que comenzó la segunda fase de la prueba.

Los participantes aún seguían la luz verde, que parecía estar tan lejos como siempre. Sin embargo, aquellos que habían avanzado más que otros podían notar que habían acortado un poco la distancia.