—¿Qué pasa? ¿Cómo te va? —preguntó E.E con una sonrisa mientras llegaba frente a Gustav.
—¿Eh? ¿Por qué pareces tan desgastado y ensangrentado? —preguntó E.E al notar las manchas de sangre por todo Gustav.
—No te preocupes por eso —respondió Gustav con una expresión de desdén.
—¿Acaso estuviste en una batalla? ¿Estás herido, hombre? —E.E se agachó y colocó su mano en el hombro de Gustav mientras preguntaba.
Gustav quería responder que no era nada serio ya que todas sus heridas ya estaban curadas, y solo estaba sintiendo fatiga.
Sin embargo, algo vino a su mente.
—E.E, ¿puedes decirme cómo funcionan tus habilidades de línea de sangre? —preguntó Gustav con una expresión contemplativa.
—¿Hmm? —E.E se preguntó por qué Gustav preguntaría eso, pero decidió explicar de todas formas.
E.E explicó que podía abrir diferentes tipos de vórtices para teletransportarse a sí mismo o destrozar algo si lo deseaba.