¡Fwwwrrroooowwmmmmm!
Los ojos de Gustav se abrieron ampliamente mientras miraba debajo de él y notaba una enorme cantidad de olas rojas como la sangre dirigidas hacia él.
—¡Arrrgghhhh!
Gustav gritó mientras hacía uso de sus últimos vestigios de energía para rodearse nuevamente con una barrera gravitacional, pero en unos pocos segundos…
¡Krrryyychh!
Como un globo, la barrera gravitacional fue atravesada y Gustav fue consumido por las olas rojas como la sangre que llegaban desde abajo.
—¡Arghhh!
Gustav sintió cómo su fuerza era drenada de él a una velocidad increíblemente rápida.
No era solo su energía. También sentía que estaba perdiendo todo lo que tenía dentro mientras se arrodillaba débilmente.
Su cuerpo temblaba furiosamente mientras intentaba moverse, pero no tenía ningún éxito. Todo lo que podía escuchar dentro de las olas rojas como la sangre que cegaban su vista completa era la risa exaltada del ser rocoso.