El Cubo de la Invitación

Siempre había querido preguntarle a Gustav sobre sus padres. Sin embargo, cada vez que se mencionaba algo relacionado con sus parientes, su reacción la hacía sospechar.

Siempre sintió que algo estaba mal, pero no quería que él pensara que era demasiado entrometida, así que se abstuvo de preguntar.

—Siéntate —propuso Gustav mientras señalaba el sofá frente a él.

Angy hizo lo que se le dijo y se sentó mientras miraba a Gustav.

—¿Té? —preguntó Gustav mientras se ponía de pie.

—Sabes que deberías... —Angy estaba hablando cuando Gustav la interrumpió.

—Té será —dijo Gustav y fue a preparar té para ella también.

«¿Cómo puede permanecer tan indiferente incluso después de lo que acaba de suceder?» Angy se preguntó con una mirada de contemplación.