Corta Duración

El lugar donde casi se comió a Gustav la última vez seguía estando vacío de árboles y vegetación debido a su masivo cuerpo despejando árboles como si fueran pequeños palos.

Gustav permaneció en su posición actual mientras enviaba sus sentidos hacia sí mismo para canalizar el poder de Yarki.

La raza mixta serpentina seguía avanzando a ciegas, destruyendo los árboles a su alrededor, cuando de repente un resplandor rosado brillante se esparció a unos pocos metros adelante.

¡Sshhhhwwoooosshhh!

El resplandor rosado se expandió y cubrió toda la vecindad de este pequeño bosque, haciendo que la criatura serpentina detuviera su movimiento.

La criatura comenzó a sentirse incómoda mientras su cuerpo se sumergía en este resplandor púrpura que cubría toda la zona.

En este punto, Gustav era muy visible debido a la energía masiva que irradiaba de su ser.

La criatura reconoció a Gustav, pero, a diferencia de la última vez, podía sentir el peligro que emanaba de él.