El Primer Desafío

—Solo aceptaré tomar un compañero que pueda derrotar a Gustav —expresó Matilda.

—Este es mi único requisito... Derrota a Gustav, y podrás tener mi mano.

¡Charla! ¡Charla! ¡Charla!

Todo el lugar se volvió ruidoso mientras procesaban la declaración de Matilda.

—¿Ella quiere qué?

—Esto podría convertirse en una tarea imposible.

—Aún lo intentaré... Solo tengo que derrotar a Gustav.

—Si lo derroto, puedo tener a la princesa de la Familia Kwoiune... Tendré que entrenar duro y probar mi suerte.

Todos los interesados en Matilda se giraron para mirar a Gustav.

Gustav se sintió un poco incómodo al ver que todos se giraban para darle diferentes tipos de miradas.

Algunas eran miradas de anticipación, otras de desesperanza, mientras que otras le lanzaban miradas astutas.

Muchos de ellos comenzaron a formular diferentes planes en sus mentes.