—He buscado por ellos también... No están aquí —añadió Matilda.
Todos miraron a Gustav con una expresión de anticipación, esperando su decisión.
Sin embargo, para su sorpresa, Gustav se giró y continuó alejándose.
—Aparecerán eventualmente —expresó mientras seguía caminando hacia adelante.
—¿Espera, qué? —exclamó E.E. con una expresión de sorpresa.
Gustav ignoró sus miradas detrás de él y mantuvo su paso hacia adelante.
—Espera, maldito idiota —gritó Glade desde atrás mientras caminaba hacia Gustav.
—¿Cómo puedes simplemente alejarte..? Tenemos que ir a buscarlos —dijo Glade con un tono disgustado.
Gustav detuvo su paso y se giró.
—Se llama entrenamiento por una razón... Hay cosas en las que no puedes ayudarlos o solo estarías obstaculizando su crecimiento. Tienen que hacer esto por su cuenta, tal como lo hicimos nosotros —dijo Gustav antes de darse la vuelta nuevamente y marcharse.
Glade miró con rabia la figura de Gustav que se alejaba cada vez más.