—Como se esperaba de un top cinco... —aduló Falco.
—Amigo, Gustav también es un top cinco —recordó E.E.
—Oh, verdad —una sonrisa sarcástica apareció en el rostro de Falco al darse cuenta.
—Tiene sentido que tenga tantos retadores... Más de la mitad son de aquella vez —dijo Gustav mientras revisaba los nombres en las cartas de desafío uno tras otro.
Falco y E.E también comenzaron a revisar las suyas para decidir a quién escoger, mientras Aldris se sentaba quieto con un libro en sus manos.
Uno se preguntaría cómo estaba leyendo el contenido del libro sin abrir los ojos.
Después de unos minutos más, Gustav terminó de clasificar sus solicitudes de desafío junto con E.E.
—No tengo idea de quiénes son los otros, aparte de los que van tras la mano de Matilda —murmuró Gustav.
—Probablemente son niños ricos con dispositivos exquisitamente avanzados que planean usar esa tecnología para ganar el desafío —respondió E.E con un gesto de contemplación.