—Erm Gustav Carmesí, soy tu oponente esta vez —una pequeña voz masculina se pudo escuchar desde adelante mientras un cadete bajito con ojos oblicuos y cabeza calva entraba. Gustav lo miró y asintió ligeramente en respuesta.
—Al menos alguien se presentó —dijo Gustav mientras analizaba al oponente frente a él.
—Soy Kim, por favor, guíame... Solo deseo intercambiar algunos consejos contigo —expresó Kim respetuosamente.
Gustav se sintió un poco sorprendido por esta solicitud porque era la primera vez que se encontraba con un oponente tan respetuoso sin ninguna forma de arrogancia en sus ojos.
—¡Comiencen!
Cuando se dio la señal para que comenzara la batalla, Gustav permaneció en su posición.
—Ven a mí con todo lo que tienes —expresó Gustav.
Para muchos que estaban específicamente enfocados en su combate, sonaba realmente engreído con esta declaración, pero Gustav solo dijo esto para analizar el patrón de batalla de Kim.