Beso furtivo

—No... fue... inútil... Yo hubiera ganado... —Angy estaba sin aliento, y su oración seguía rompiéndose debido a eso.

—Elevora llegó antes que tú también —dijo Gustav mientras señalaba a Elevora, que estaba parada a unos pocos pies de distancia.

—No seas tan duro con ella, Gustav —expresó Elevora desde atrás.

—Argh —gimió Angy con una expresión derrotada mientras se sentaba haciendo pucheros.

En este punto, otros cadetes comenzaron a llegar también.

Gustav y Angy querían moverse a un lugar apartado para ir a discutir, pero Gustav recordó lo que había pasado con Vera la otra vez y decidió cambiar de opinión.

A un cadete masculino no se le permitía visitar la residencia de una cadete femenina a menos que la cadete femenina le diera un permiso y viceversa.