—¿Rompió fácilmente mi defensa? Gustav estaba asombrado mientras se quedaba en su lugar y miraba su mano.
—¿Estás bien? —la oficial Milly preguntó con preocupación al llegar frente a él.
—Sí, estoy bien —Gustav respondió mientras agitaba su mano derecha para deshacerse del entumecimiento.
—Quería decirte que usarla también daña al portador... Cuanto más destructiva quieras que sea, más daño inflige —ella declaró.
—Oh... Está bien —Gustav declaró mientras comenzaba a caminar hacia el frente nuevamente.
De repente extendió su mano hacia la empuñadura de la espada otra vez antes de que la oficial Milly pudiera reaccionar.
—¿Qué estás hac...? —Antes de que ella pudiera completar su oración, Gustav ya había agarrado la empuñadura.
Bzzzzttttt~
Los arcos eléctricos aparecieron de nuevo, electrocutando la mano de Gustav, pero él ya estaba preparado para ello a diferencia de la última vez.