La carrera

—Oh... —Angy también detuvo su paso justo como él lo hizo y se giró hacia el lado para enfrentarlo.

—Lo siento.

Los ojos de Angy se abrieron de par en par al escuchar eso y miró a los ojos de Gustav con una expresión de asombro.

—¿Te estás disculpando? —Angy estaba segura de que nunca había oído esa palabra de la boca de Gustav excepto en ocasiones cuando estaba bromeando.

—Bueno, resulta que tenías razón y con la guía adecuada Endric podría haber sido una mejor persona hace todos esos años. Aunque, esto no cambia el hecho de que cometió esos delitos y todavía no confío en él —explicó Gustav.

Una sonrisa radiante apareció en el rostro de Angy al escuchar las palabras de Gustav.