Los rayos del sol de este mundo pasaban a través de la ventana al lado de la cama de Emery, calentándolo para un buen día. Al abrir sus ojos, el suave material del que estaba hecha la cama, su agradable olor y el maravilloso paisaje fuera de su ventana le decían que tenía un buen día por delante. Sin embargo, se sentía como un sueño despertarse en este lugar, porque mientras miraba al techo, su mente ya estaba preocupada por la pesadilla de ayer. ¿Qué le ocurrió a Morgana? ¿Qué tipo de destino le esperaba?
Comprobó el símbolo del círculo partido por la mitad en su mano y vio que todavía quedaban [89 días] antes de regresar a su mundo. «Suspiré», pensó que esos serían los 89 días más largos de su vida. Los dioses ancestrales habían sido crueles con él. Sólo uno o dos minutos eran todo lo que necesitaba.