Los títeres de madera eran la mejor instalación que los institutos de combate ofrecían a sus miembros. Era una instalación que permitía a los acólitos tener los compañeros de lucha perfectos para practicar sus técnicas. Los títeres ajustaban su poder de batalla para igualar el de su oponente. Además, cuando uno usaba la instalación, se le restringía el uso de cualquier tipo de hechizo. Por lo tanto, los acólitos tenían que derrotar al títere usando solo sus técnicas y habilidades.
El títere también elegiría la misma arma que el oponente, por lo que también podía actuar como un instructor de armas, debido al hecho de que los títeres sacaban y mostraban la esencia completa que un arma podía tener.
Finalmente, la instalación también daría una recompensa cada vez que los acólitos lograran superar un nivel. La recompensa podía ser en forma de habilidades con armas utilizadas en la batalla o esencia que podía aumentar la fuerza de un luchador.