Al escuchar una declaración tan impactante pero cuestionable, Emery y los demás no sabían cómo reaccionar ante eso. ¿No era Tierra ya suya? ¿Por qué deberían recuperarla? ¿Qué quiso decir el Señor Izta? Estos pensamientos giraban dentro de la mente de Emery y sus amigos.
Después de lanzar tal declaración, el Señor Izta ignoró la confusión de Emery y los demás y sacó un cierto cubo de su anillo. El cubo era de un azul transparente y parecía estar fragmentado en piezas, pero algo mantenía esas piezas juntas, creando una estructura única nunca vista antes.
El Señor Izta entonces le dio al cubo un ligero toque. En un abrir y cerrar de ojos, todo el hall de repente se volvió completamente negro. Se podían ver decenas de miles de pequeñas motas de luz saliendo del cubo, iluminando el oscuro hall. A eso le siguieron cientos de esferas con diferentes características y colores.