Progreso

—Ustedes, escoria del reino inferior. —Lodos sonrió, extendió su dedo índice e hizo una señal a Emery para que se acercara—. Si te atreves, pelea conmigo en un entorno real. ¡No más de esa basura virtual como en los juegos! —gritó.

La conmoción hizo que todos los demás acólitos que aún estaban allí miraran en su dirección y se juntaran a su alrededor. Todos parecían pensar que esto sería el inicio de una pelea muy interesante.

Antes del segundo juego, Lodos era conocido como el acólito más fuerte entre ellos. Ahora, gracias a ganar el juego, Emery podría ser considerado el nuevo campeón entre los élites. Después de todo, se suponía que debía estar en la clase de privilegio.

—Kekeke, ¡interesante! ¡Estamos teniendo un espectáculo de entretenimiento de primer grado en nuestro primer día! —se burló un acólito del público.

Cuando Emery estaba a punto de abrir la boca y anunciar su decisión, Julian le apretó el hombro y sacudió la cabeza.