La noche había llegado y un vistazo de estrellas se asomaba más allá del denso follaje de los árboles. La luz plateada de la luna iluminaba el bosque mágico con un resplandor bello y místico.
Para celebrar la rara ocasión, el Jefe Brennus decidió organizar un banquete en honor a sus invitados. Algunos aldeanos llegaron con carne y verduras, que el jefe les dio órdenes de preparar. Se sirvieron bebidas simples en una mesa larga y, no pasó mucho tiempo antes de que los aldeanos celebraran juntos con los invitados.