Noche lluviosa

Hace apenas unas horas, le escribió una carta rápida de despedida, y ahora aquí estaba, parada justo frente a él. ¿Era así como la vida quería jugarle trucos?

Su cuerpo parecía tenso, sus hombros rectos, su mirada perforando su alma. Era hermosa, pero su comportamiento le hizo darse cuenta de que algo serio estaba sucediendo.

Pasó un momento de silencio. Emery abrió la boca y dijo:

—Lo siento, pensé que eras... —Emery comenzó mientras miraba a su alrededor para buscar a Klea. Como si escuchara sus pensamientos, Gwen rápidamente dijo:

—Si la estás buscando, acaba de irse. Dijo algo sobre preparar el barco para el viaje.

Por esa respuesta, pudo concluir que Klea le contó todo sobre sus planes de mañana.

—Ya veo... Entonces, has oído hablar de ello.

Emery tragó saliva, su garganta de repente se sintió un poco seca por el shock, pero se obligó a preguntarle de todos modos. Se acercó a ella, miró su hermoso rostro con su mirada más sincera y preguntó: