Visita Sorpresa

—Provenientes de Egipto, ahora tenemos el honor de darle la bienvenida a usted, Reina Cleopatra, Hija del Nilo.

El momento en que entró en el salón, la reina egipcia hipnotizó a todos los nobles que se habían reunido hasta quedar en silencio. Una belleza de cabello negro como nadie en Bretaña había visto jamás. Sus oscuros ojos almendrados se inclinaban hacia arriba de manera felina, brillando con astucia ingeniosa y aguda perspicacia.

Su cuerpo seductor llamó la atención tanto de hombres como de mujeres mientras caminaba por el salón con su elegante vestido negro con dos aberturas cortadas hacia arriba a cada lado de sus caderas. Su belleza incomparable se amplificaba por las joyas de oro que brillaban en su piel suave como la seda, irradiando su realeza.

«Diosa». Esa fue la palabra que inmediatamente apareció en las mentes de los nobles mientras pasaba junto a ellos.