El sol casi se había puesto por completo, marcando el inicio de la boda. La boda real de Britannia seguía una cierta tradición sagrada que adoraba al dios de la naturaleza. Todo comenzó con cómo Gaia se convirtió en la protectora de Britannia hace miles de años. Debido a todo lo que ella hizo por la tierra y su gente, Gaia fue adorada por toda Britannia. En aquel entonces, el mero pensamiento del nombre podía llenar a las personas de paz y reverencia. Pero con el paso del tiempo, el nombre de Gaia se mencionaba cada vez menos hasta que, finalmente, la gente dejó de mencionar el nombre por completo. Aun así, las tradiciones que habían existido desde esos tiempos aún se transmitían entre reyes, nobles, e incluso algunos ciudadanos que podían permitirse tales bodas.