Llegadas

Mediodía, Ciudad de Camelot.

Un gran grupo de caballos armados galoparon hacia la ciudad conocida por ser la más grande de toda Britannia. Tan pronto como los jinetes llegaron, vítores fervorosos se podían escuchar desde cada parte de la ciudad.

Era un saludo de bienvenida de los ciudadanos de la capital, con sus rostros repletos de sonrisas mientras esperaban las noticias alegres.

Todos sabían que el Rey Arturo y sus caballeros habían regresado victoriosos de su primera batalla contra los invasores de Norgales.

—¡Booorrr! —uno de los caballeros gritó entusiastamente su propio nombre. Les parecía bastante peculiar, pero al mismo tiempo, convenció aún más a la multitud que observaba de su victoria, elevando sus espíritus a un nuevo nivel.

—¡Fue una gran victoria! —el caballero idéntico que montaba al lado de él gritó a su vez, notando la vivacidad de todos en la ciudad.