Batalla de Camelot 6

La mirada que Emery dirigió hacia Frayne llevaba un cierto aire, pesado y sofocante. El peso de su poder ejercía una presión definitiva, haciendo que la cabeza de Frayne bajara hasta la punta de sus pies.

Todavía recordaba la rapidez de la espada de la otra parte que podía igualar a los dos famosos espadachines legendarios de Hans. También, recordaba claramente cómo este hombre podía usar magia que doblaba el espacio a su voluntad. No era de extrañar que perdieran a tantos dentro del extraño humo.

Sin darse cuenta, el cuerpo de Freyne estaba sudando a cántaros mientras todo su ser se llenaba de temor. ¿Por qué tenía que encontrarse con este hombre aquí?

El hombre llamado Merlin preguntó:

—¿Eres tú el mago Freyne, ¿no es así? ¿Qué deseas?

—Yo, eh, jaja… bueno… —Freyne casi saltó al escuchar su nombre mencionado por la otra parte, como un ratón al que le pisan la cola un gato enorme—. Solo vine a comprobar si lo que dijiste a Torstein es cierto…