—Pequeño Negro, hazlo.
De repente, Xiao Juyan pudo sentir una presión aterradora sobre él, una que le causaba un dolor inimaginable. Este era un tipo de dolor que nunca había sentido antes, un dolor que casi instantáneamente lo llevó al borde del colapso. Xiao Juyan sentía como si alguien estuviera tratando de desgarrar su alma.
Todos en la multitud estaban horrorizados mientras lo miraban, a un experto que estaba clasificado en el puesto 93 en las clasificaciones de la arena, gritar y rodar por el suelo mientras se agarraba la cabeza de repente. Incluso Ren Gui y Fu Peizhi sintieron un escalofrío al ver esto mientras retrocedían unos pasos.