Las túnicas blancas de Liu Mei estaban empapadas en sudor, mientras que una expresión de agonía y dolor había llenado su rostro.
—¡Sabía que estaba a punto de alcanzar la etapa del Alma Naciente, y ya no había forma de retrasar este asunto!
A pesar del dolor punzante, similar a agujas perforando su alma, Liu Mei aún hizo su mejor esfuerzo para sacar un frasco lleno de píldoras de color púrpura de su anillo espacial y sostenerlo firmemente en sus manos.
—¡Este era el mismo frasco que Shun Long le había dado antes de que entraran por la puerta blanca fuera de la Ciudad Cúpula Celestial, para participar en la primera prueba de la Secta Sagrada!
Liu Mei recordaba claramente que Shun Long le había exhortado seriamente, a consumir estas píldoras antes de intentar su avance a la etapa del Alma Naciente.