Shun Long sintió otra oleada de recuerdos despertando lentamente en su mente, mientras se encontraba dentro de una habitación simple pero espaciosa, sin muchas decoraciones.
Se encontraba sentado con las piernas cruzadas sobre un pequeño cojín plateado colocado en el suelo, mientras que frente a él había un instrumento musical de color negro con siete cuerdas, que no tenía patas de soporte.
Shun Long solo necesitó una mirada para reconocer esto, como el instrumento de los sabios, el guqin.
Aún más oleadas de recuerdos inundaron su cabeza en ese momento, antes de que Shun Long se viera a sí mismo levantando su mano derecha ligeramente, colocándola justo por encima del instrumento de siete cuerdas.
Mientras su mano colgaba sobre el guqin, no era consciente de que sus ojos tenían una mirada calmada en su interior, como un lago en el que nadie podía provocar ningún tipo de ondas, mientras su dedo luego tocaba suavemente una sola cuerda.
Ping~