Un verdadero bofetón (3)

Gao Ling soltó una carcajada fría, sus ojos estaban llenos de burla. Estaba a punto de mofarse un poco más de Yun Luofeng cuando la expresión en su rostro se congeló en ese momento...

En el suelo de la cabina, el párpado de la persona anciana, que originalmente se consideraba sin duda destinada a morir, tembló ligeramente. Después, abrió los ojos bajo la mirada de todos...

Todos quedaron atónitos. Nadie se atrevió a creer la escena frente a ellos.

¿Yun Luofeng, esta basura, realmente sabía de medicina? ¡Eso era absolutamente menos científico que una hormiga violando a un elefante!

—Abuelo.

Mientras todos estaban atónitos, se oyó el sonido de sorpresa placentera de la bonita chica, rompiendo la quietud de la cabina...

—Abuelo, despertaste, ¡finalmente despertaste! Me asustaste a muerte justo ahora —la joven, emocionadamente, tironeó del brazo de la persona mayor, levantándolo de la fría tabla del barco—. Se giró fervorosamente hacia Yun Luofeng—. Gracias, estoy realmente agradecida contigo. Salvaste a mi abuelo, lo que es lo mismo que salvar a todo nuestro clan Ning, no sé cómo agradecerte...

Solo entonces la persona mayor reaccionó, sus ojos llenos de gratitud. —Señorita, ¿fue usted quien salvó a este viejo cacharro? No esperaba que a tan joven edad, su habilidad médica fuera tan sobresaliente. No solo me siento energizado por completo, sino que también mi vitalidad está mucho mejor. Señorita, ¿puede curar completamente la enfermedad de este viejo cacharro?

—Puedo —la respuesta de Yun Luofeng fue extremadamente confiada—. Después de medio mes, puedo hacerte recuperar completamente.

Cuando el anciano hizo esta pregunta, ¡no tenía muchas esperanzas! Que Yun Luofeng pudiera despertarlo ya era bastante hazaña, así que en cuanto a que se curara por completo y de forma permanente, no tenía ninguna esperanza.

¡Quién hubiera pensado que Yun Luofeng realmente le daría una respuesta definitiva...

En ese momento, el corazón del anciano era similar a cenizas ardiendo una vez más. Una ráfaga de fervor apareció en su envejecido semblante.

—Señorita, mi apellido es Ning. Puede llamarme Anciano Ning. Esta es mi nieta Ning Xin. Tienen alrededor de la misma edad, así que deberían poder ser amigas. Durante mi estancia aquí, dejaré que mi nieta siga a la Señorita. Si tiene alguna petición, puede dejar que ella la haga —dijo el Anciano Ning.

Anciano Ning en realidad había permitido que Ning Xin siguiera a Yun Luofeng porque tenía su razón. Aunque el talento innato de su propia nieta era sobresaliente, su conducta no era lo suficientemente seria, así que solo podía dejar que siguiera a Yun Luofeng para aprender por el momento.

Además, si Yun Luofeng realmente podía curar su enfermedad, entonces eso significaba que sus habilidades médicas superaban con creces a las del Pabellón Médico, y por lo tanto, entablar amistad con ella solo tenía ventajas y no causaría ningún daño.

—No tengo objeciones —Yun Luofeng encogió los hombros. Volviéndose a mirar a Gao Ling con la sombra de una sonrisa, levantó la esquina de su boca—. Príncipe Heredero, ¿no debería usted cumplir su promesa?

La expresión del Príncipe Heredero era muy desagradable, tan negra como el fondo de una sartén. Sus puños cerrados estaban temblando levemente mientras miraba ferozmente a Yun Luofeng.

—Yun Luofeng, ¡lo hiciste a propósito! —No importa cómo lo pensara, no esperaba que Yun Luofeng realmente supiera de medicina. ¿Desde cuándo aprendió medicina? ¿Cómo nadie lo sabía!

Guan Lin y el resto tampoco hablaron, recordando cómo, apenas un momento atrás, se habían burlado de Yun Luofeng. Podían sentir su rostro escaldándose con calor doloroso. Se sentían tan avergonzados que deseaban poder enterrarse en un hoyo...

En particular, antes cuando todos creían que Yun Luofeng era incapaz de reconocer las buenas intenciones de los demás y realmente las ignoraba cuando Mu Wushuang amablemente le ofrecía algunos consejos.

—¡Solo en base a la habilidad médica de Mu Wushuang, cómo podría ella tutorizarla! ¡Más bien era al revés! Imaginen que Mu Wushuang realmente diría cosas como que su guía podría permitir que Yun Luofeng estudiara diez años menos!

—¿Acaso no le importaba pasar una vergüenza terrible? —Entre todos los presentes, quien perdió más la cara no fue otra que Mu Wushuang ella misma.

Las acciones de Yun Luofeng eran indudablemente como una bofetada despiadada en su rostro, y eso llenó su corazón de celos, envidia y odio. No podía ni mantener su habitual apariencia elegante, sus ojos bellos y malévolos miraban fijamente a Yun Luofeng sin vacilar.

[1] cenizas ardiendo una vez más (死灰复燃) es una expresión que significa "revival" o "resurgir de las cenizas".