Estableciendo el Poder de Uno (2)

—¡Gruñido!

La complexión de Ye Ling estaba cargada de dolor y sus ojos llenos de vicisitudes rebosaban horror.

Sintiendo que sus órganos internos ardían y eran insoportablemente crudos, deseaba poder morir inmediatamente.

—Tú... ¿qué me hiciste beber? —Ye Ling apretaba su propio cuello fuertemente, las venas resaltaban en sus sienes, y ambos ojos estaban saltones. Su apariencia apuesta estaba distorsionada debido al dolor excesivo, y su voz revelaba una desesperación desgarradora.

—Utilicé el jugo que extraje de algunas hierbas medicinales venenosas que preparé especialmente para ti. Ye Ling, ya que tienes el valor de venir a mi Estate General para conspirar contra mí, entonces haré que sientas un dolor que nunca olvidarás en esta vida.