Xiao Qiye

Yun Luofeng, el genio de la Escuela de Medicina de Huaxia, murió en un accidente y su alma se adhirió a la inútil Señorita Mayor de la Hacienda General en el Continente Longxia.
No solo era esta basura inapta en las artes literarias y marciales, sino que además era pechugona sin cerebro, arrogante y voluntariosa. No le bastaba tener un prometido perfecto como el Príncipe Heredero. En realidad, arrebató por la fuerza a un chico guapo en público, lo que llevó al Príncipe Heredero a anular su compromiso.
Sin embargo, la desperdiciada no pudo soportar ese shock, así que se ahorcó para terminar con su vida.
Al abrir los ojos de nuevo, ya no era la anterior inútil señorita mayor.
Con un contrato con el Código del Dios de la Medicina, la posesión de un espacio de plantas espirituales y manos milagrosas que pueden devolver la vida a los muertos, ¡sus habilidades médicas asombrarán al mundo! Extendiéndose desde los reyes y nobles en la cima hasta los comerciantes y las familias antiguas e influyentes abajo, todos competirán para ganarse su favor. ¿Incluso Su Alteza el Príncipe Heredero, quien anteriormente rompió el compromiso, llegó tocando a la puerta con el deseo de reconciliarse?
Con respecto a esto, cierto hombre misterioso finalmente no pudo soportarlo más y proclamó: “Quien se atreva a venir y molestar a mi mujer, ¡que vengan pero que nunca regresen!”

Emperador Fantasma, Esposa Salvaje: Señorita Mayor Excéntrica

Dentro de las lujosas habitaciones de la cabaña, el cuerpo de Mu Wushuang estaba firmemente envuelto en sábanas con un rostro inigualablemente pálido. Tenía una mirada apagada y desesperada, mientras sus ojos estaban llenos de dolor.


—¡Gao Ling, Yun Luofeng, un día, definitivamente les hará desear estar muertos! —pensó.


Pensando en estas personas que la habían llevado a esta situación, el odio en los ojos de Mu Wushuang se hacía cada vez más fuerte, como si hubiera una llama ardiendo continuamente.


Un sonido de golpes de repente resonó desde fuera de la puerta. Los sonidos eran como un demonio que hacían temblar ferozmente el cuerpo de Mu Wushuang. Ella apretó los labios con fuerza y preguntó:


—Wushuang, soy yo... —dijo una voz desde fuera de la puerta.


Emperador Fantasma Ofensivo