Una entrada impresionante

Las experiencias pasadas eran como agua corriente, precipitándose en la mente de Mu Wushuang.

Sin embargo, estas experiencias no despertaron ni un ápice de culpa en ella y, en cambio, hicieron que su odio interno aumentara. Alzó la mano y abofeteó sin piedad las manos de Mu Wuchen que sujetaban con fuerza su brazo y se volvió hacia él.

—Mu Wuchen, incluso si hubieras sido sepultado bajo las garras de aquel espíritu bestia ese año, ¡te lo buscaste tú mismo! ¡No te pedí que me salvaras, pero te sentiste culpable y por eso lo hiciste! ¡Déjame decirte que cualquiera que me impida alcanzar mi futuro será mi enemigo! ¡Definitivamente no seré indulgente con mis enemigos!

Sus palabras insinuaban que si Mu Wuchen continuaba obstruyendo su camino, entonces ella no sería cortés con él.

Mu Xingchou ya se había recuperado de su furia inicial. En el momento que cerró ligeramente los ojos, todo su ser parecía extremadamente envejecido. —Wuchen, ¡déjala ir!