El día que Xiao Yuqing dejase el Área Secreta sería el principio del fin de la Familia Wei. Pronto, esa gente se arrepentiría de lo que le hicieron.
—Padre, después de que Yuqing entre exitosamente en el Área Secreta y logre ser el Maestro de nuestra Familia, ¿qué deberíamos hacer con el basura y la mujer que está con él? —una mirada sombría brilló en los ojos de Xiao Chen.
—¡Mátalos!
Su voz fue tan lúgubre como siempre, como si Yun Xiao no fuera su nieto, sino un enemigo mortal.
—Nunca permitiré que el basura, aunque ya no sea miembro de la Familia Xiao, cambie su apellido. Lo que ha hecho ha desafiado mi límite. Si dejo vivir al basura, traerá vergüenza a la Familia Xiao.
¡No podía aceptar esta vergüenza! ¡Un basura como él no merecía vivir! A menos que su talento fuera más fuerte que el de Xiao Yuqing, no le perdonaría la vida.
—Está bien.