Después de haber llamado a Irene, Amanecer llamó a la secretaria de su padre. Tenía que establecer el segundo paso de su plan. Si todo se unía, Daryn se vería tan presionado que sería forzado a casarse con ella. —¿Dónde está Padre? —preguntó.
—Señorita Amanecer, estará libre en otra hora. Le pediré que la llame —respondió la secretaria.
—De acuerdo —dijo y cortó la llamada—. Dawn, veamos quién gana a Daryn. No eres nada frente a mí. Te aplastaré como a una hormiga hasta hacerte pasta.
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