—¿Dónde crees que vamos a empezar? —preguntó Amanecer—. Si supiéramos dónde buscarlo, podríamos haber ganado la batalla fácilmente. No sabemos dónde ir. Todo lo que sabemos es que Daryn, tú y yo estamos en un equipo. Eso es todo lo que tengo.
Quetz disminuyó su paso y respondió —Amanecer, si tienes confianza en Daryn y en mí, entonces hemos ganado la mitad de la batalla. No puedo asegurarte que no enfrentaremos ninguna derrota, nada negativo, pero podemos tratar de encontrar las posibilidades. Además, vamos a Hartmoors.
Amanecer soltó una risita —Suena como si fueras un Graduado en Gestión.
—Sí, si recuerdo bien, me dieron lecciones de gestión desde que nací hasta que tuve cinco años.
—Esa fue una cosa buena que hiciste en tu vida —dijo Amanecer de manera condescendiente.
—¡No tuve elección!
—Entonces, ¿a dónde vamos? —preguntó Daryn.
—Hartmoors.