—Esa es una buena cantidad —dijo Amanecer con interés en sus ojos—. ¿Cómo llegaste a saber de él y por qué el comprador no se ha puesto en contacto directamente conmigo? —Esas preguntas daban vueltas en su mente en ese momento.
—Se puso en contacto conmigo por medio de un oficial del gobierno que conozco, y hasta me sorprendí cuando recibí la llamada. Puede que no tuvieran tu número para llamarte o es posible que simplemente hayan mandado sus antenas al mercado primero para testear si estabas incluso dispuesta —dijo Hans Müller—. Los compradores no se acercan directamente a los dueños y dicen que quieren comprar tu empresa.
El ascensor hizo ding y salieron en su piso. Amanecer asintió. El hombre tenía un punto.
—Bueno, me gustaría pensarlo antes de sumergirme en algo así. Es un asunto serio. Más que vender la empresa, me gustaría ver quién es el comprador.