¡Me voy a volver loco!

Era tarde en la noche y por eso Amanecer no molestó a nadie. Al principio pensó en llamar a Neal, el beta de Daryn, pero luego se contuvo. Estaba cubierta de tanta suciedad que tenía que darse un buen baño. Mientras veía la suciedad deslizarse de su piel en sucios hilillos, se sentía más ligera.