Daryn miró con ira al hombre que estaba a unos pocos pies de distancia de ellos. Era uno de los empleados senior de la Casa de Plata responsable de liderar el equipo de Marketing, que gestionaba las redes sociales. La mirada de Daryn se movió hacia Amanecer, que estaba tan pálida que no tuvo corazón para irse. —Diles que continúen. Me uniré a ellos más tarde.
El hombre frunció los labios y asintió con reluctancia en su expresión. —Está bien —dijo y se fue.
Una vez que Amanecer había bebido dos vasos de agua, dijo, —Vete Daryn. Este es un torneo importante para ti y un día muy importante para mí. Necesito mostrarle a todos aquí que he regresado y no tengo miedo de ellos. Aunque estaba temblando con un miedo desconocido, su voz era resuelta. ¿Cómo podría tener miedo de ese neotide? La única manera de mostrar su firmeza era persistir allí y si salía del campo de golf en ese momento, sus enemigos ganarían.