—Uno de ellos estaba tan asustado que cayó al suelo cuando vio que cuatro de sus hombres estaban muertos. Antes de que pudiera ver quién era su enemigo, Yao Ran le disparó en la cabeza sin expresión.
—Después de lidiar con aquel hombre, Yao Ran levantó la vista y vio al Hermano Ma y a los demás chocar con alguien. Antes de que pudieran ver quién les estaba bloqueando el camino, sintieron algo frío rozar sus cuellos.
—¡Ugh!
—Al segundo siguiente, la sangre brotó de sus cuellos, y cayeron al suelo. Yao Ran bajó la pistola de clavos y se acercó al hombre que la ayudó.
—Echó un vistazo al Hermano Ma y a los demás por un segundo y luego miró a Long Yu —Gracias.
—Mhm.
—Long Yu miró hacia atrás las puertas metálicas instaladas en las escaleras y dijo —Rompieron la cerradura.
—Yao Ran siguió su mirada y vio que la cerradura en las dos puertas metálicas estaba efectivamente rota. Pensó por un momento y dijo —Tengo algunas cerraduras extra. ¿Puedes ayudar a cambiar las cerraduras?