Yao Ran levantó tres dedos y dijo:
—Un tanque cada tres días.
Al escuchar su respuesta, Yuan Rihui pareció decepcionado. Un tanque de agua equivale a 2.000 litros, y apenas es suficiente para mantener a su gente. Además, ella solo proporciona un tanque de agua cada tres días. Con este arreglo, no habrá exceso de agua para vender.
Tras un momento de silencio, Yuan Rihui forzó una sonrisa y dijo:
—Señorita Yao, ¿puede proporcionar un poco más? Tenemos muchos hermanos aquí, y estamos casi muriendo de sed.
Viendo su expresión lastimosa, Yao Ran dijo:
—Está bien. Veré si puedo conseguirte un poco más, pero no puedo prometer nada.
Cuando Yuan Rihui escuchó esto, sus ojos se iluminaron y preguntó:
—¿Cuándo puedes entregar el agua?
Yao Ran pensó por un momento y respondió:
—Puedo entregarla cuando consigas las antigüedades.
—Entonces enviaré a Xiao Yan a buscarte más tarde —dijo Yuan Rihui tras pensar por un momento.
Yao Ran asintió, tomó la botella de la mesa baja y dijo: