Los supervivientes se concentraban en asegurar la luz y la comida, pero habían olvidado que la ausencia del sol significaba temperaturas heladas.
Después de mirar por la ventana un rato, Yao Ran dijo, —A Yu, creo que algo va a pasar hoy.
La intuición de Yao Ran raramente fallaba. Long Yu pensó por un momento y preguntó, —¿Crees que la banda atacará hoy?
Yao Ran sacudió la cabeza y respondió, —No estoy segura, pero la repentina caída de la temperatura ha dejado a todos desprevenidos. Los soldados necesitarán tiempo para organizar suministros y controlar la situación. Si la banda quiere atacar, hoy es su mejor oportunidad.
Después de escuchar su explicación, Long Yu dijo, —No será fácil para la banda entrar en el área de la villa, pero no podemos ser demasiado descuidados. Encontraré a Shi Xuan, y nosotros estableceremos algunas trampas por si acaso.
Yao Ran asintió, —Está bien.