—¡2.200 millones por primera vez! —En la primera confirmación del subastador, el lugar cayó en silencio.
—¡2.200 millones por segunda vez! ¿Alguna otra oferta? —Nan Juefeng, sentado en la primera fila, frunció el ceño y preguntó a su secretario:
— Averigua el trasfondo de esta persona.
—Sí, —asintió Shen Yu, sin poder evitar mirar hacia atrás. Pero filas de cabezas bloqueaban la vista, haciendo imposible ver hasta la última fila.
—¡2.200 millones por tercera vez! ¡Vendido! —Con el martillo del subastador golpeando, el trato se selló y el polvo se asentó.
—Ahora, invitemos a nuestro subastador de hoy al escenario para una foto con el Director Wang. —El presentador, con el micrófono en la mano, habló en voz alta.
Jiang Man, sentada con las piernas cruzadas, permaneció inmutable y le dio una mirada a Wu Yingfan. Wu Yingfan sintió que tomarse una foto era realmente tonto, pero no tuvo más remedio que armarse de valor y avanzar. Si no él, ¿quién más haría el trabajo sucio y cansado?