¡¿A quién no dejarás ir?!

—¡Una sorpresa atronadora envió un escalofrío a todos!

—¡En un instante, todos los altos ejecutivos quedaron atónitos, con caras de confusión!

—¡Mierda!

—¿Qué está pasando?

—Este es el teléfono personal del Presidente Fu, ¿no?

—¿Cómo puede estar llamando una mujer y además llamando al Presidente Fu por su nombre?

—¿Ahora tienen una jefa?

—Pero lo que fue aún más impactante fue que en el momento en que Fu Qiyuan escuchó la voz de la mujer, su entero comportamiento cambió de repente.

—La abrumadora sensación de opresión en la sala de conferencias que casi asfixiaba los corazones de todos desapareció sin dejar rastro en un instante, y de repente se sintió como si una brisa suave hubiera llegado con la llegada de la primavera y el sol brillando sobre la tierra.

—Sin ninguna vacilación, desenchufó directamente el cable de datos conectado a la pantalla del proyector, su cara no mostraba expresión, pero su tono era inesperadamente suave.