Su Ran ahora se sentía aún más incómoda, sus orejas y cuello se encendieron en rojo al instante.
Fu Qiyuan estaba a su lado, inclinándose cerca de su oído, y susurró:
—¿Prefieres un niño o una niña?
Su Ran levantó la mirada y le lanzó una mirada fulminante. ¿Por qué estaba él sumándose al alboroto en este momento?
Fu Qiyuan se rió suavemente:
—Creo que Abuela tiene razón, podríamos considerarlo.
—¿Considerar qué?
Su profunda y suave voz llegó desde detrás de su oído, haciendo que la hermosa cara de Su Ran comenzara a sonrojarse incontrolablemente.
—Tener hijos.
—Boom––
¡La cara de Su Ran se volvió escarlata al instante!
Su corazón latía descontroladamente, palpitando fuerte como si estuviera a punto de saltar de su pecho.
Ella dio un profundo suspiro, luego miró a Fu Qiyuan con una sonrisa que no era exactamente una sonrisa, evaluándolo de arriba abajo antes de decir en tono burlón:
—¿Puedes manejarlo?