Cuando cayó la primera nota, la expresión del anciano cambió sutilmente; el fluido toque de nota a nota no es lo que uno podría llamar «un pequeño conocimiento».
El anciano cerró lentamente sus ojos, comenzando a saborear el salto de las notas. ¡Pronto, la pieza concluyó!
Su Ran se levantó y asintió al anciano.
—¡He mostrado mi incompetencia!
Los ojos del anciano se abrieron de repente, su mirada intensa era una mezcla de emoción y escrutinio mientras miraba a Su Ran.
—Demasiado modesta, tu técnica no parece amateur en absoluto.
Su Ran sacudió la cabeza y sonrió.
—Siempre hay alguien mejor, otro cielo más allá del nuestro.
El anciano sonrió, concordando.
—Eres muy humilde, especialmente en esta era moderna. Para una joven como tú, poseer tal habilidad y aún mantener esta mentalidad, realmente no es fácil.
Su Ran sonrió.
—El elogio de un mayor realmente es más de lo que merezco.