Ye Zhichen extendió su mano y tocó el brazo de Su Ran, su rostro lleno de misterio mientras decía,
—Hablando de eso, ¿hasta dónde han llegado tú y tu Presidente Fu? No es necesario mencionar primera o segunda base, ¿han llegado al home?
Su Ran: «...»
—¿Cómo va? El Presidente Fu debe satisfacerte en todos los aspectos, ¿verdad?
Su Ran: «...»
Al ver que Su Ran no respondía a sus preguntas y en cambio miraba hacia abajo a la tarjeta de la habitación en su mano, Ye Zhichen habló de nuevo.
—¿Por qué no hablas? ¿O es que tú y él...
—¿Qué tal si vienes a mi habitación y hablamos toda la noche? —Su Ran levantó las cejas, mirándola con una sonrisa que no era exactamente una sonrisa.
Ye Zhichen se mordió el labio y le lanzó una mirada desdeñosa.
—No hay necesidad, no estoy interesada en absoluto ahora mismo.
En ese momento, la puerta del ascensor se abrió.