—¡Piérdete!—Gao Rongcheng no le importaba el fingido llanto lastimero de Qin Ying, la empujó sin piedad y desafió provocativamente a Qin Qin. Su orgullo había sido herido hoy y tenía que recuperar su dignidad. De lo contrario, ¿qué pensarían los demás de él?
—Está bien, no me meteré con tu grupo, pero Qin Qin, ya que te atreviste a ser tan arrogante hoy, ¿te atreves a competir conmigo?—Gao Rongcheng brillaba con una luz lobuna mientras la posaba en Qin Qin—. Si pierdes, te arrodillas en el suelo y me llamas 'abuelo', y luego... sal a comer conmigo.
Los ojos de Qin Qin brillaron con una luz sombría y sedienta de sangre. ¡Este chico realmente tenía nervio! Ya que tenía el valor de provocarla, mejor que estuviera preparado para las consecuencias.
—¡Qin Qin, no aceptes!—Gan Tiantian agarró la mano de Qin Qin, tratando de detenerla y estaba a punto de hablarle a Gao Rongcheng.
—No te preocupes, no me haré daño. Sé lo que estoy haciendo—Qin Qin tomó la mano de Tiantian y le sonrió.