—Ya es muy tarde, si tienes algún problema, hablemos de ello mañana. Por muy hábil que sea en medicina, no puedo ir contigo a esta hora, disculpa las molestias, perdóname.
Lu Xue Zhen arrancó el coche, preparándose para irse.
Los bellos ojos de Jing Zhimei se estrecharon y ella dio un paso atrás, levantando los labios en una sonrisa.
Lu Xue Zhen suspiró aliviada, arrancó el coche y se preparó para irse, sin entender por qué esta mujer le daba una sensación tan incómoda.
—Hermana Menor, ¿tú también has llegado? —preguntó.
Justo cuando Lu Xue Zhen arrancaba el coche, la voz clara y hermosa de Jing Zhimei sonó a su lado.
Lu Xue Zhen miró a Jing Zhimei con expresión confundida —¿Qué dijiste?
—Nada —respondió Jing Zhimei sonriendo levemente, la luz en sus ojos se oscureció. Hmph, no importa quién seas, qué bien interpretes tu papel, hoy estás condenada a no regresar con vida. Ya seas Qin Qing o no, ella debe eliminarte, sin dejar espacio para futuros problemas.