—Xiao Fong es mío, único en su especie —dijo Qin Qin con una risa fría.
—Xiao Fong es único en su especie, pertenece solo a mi amo. Ustedes dos monstruos feos, váyanse —aleteó sus alas en el abrazo de Qin Qin.
—Tú, es tu buena fortuna que me guste tu mascota. Dámela —exigió Meng Ning sin más preámbulos, avanzando para arrebatar a Xiao Fong de Qin Qin.
Xiao Fong emitió un grito agudo, voló desde el abrazo de Qin Qin y picoteó a Meng Ning con su pico afilado, provocando un grito fuerte de ella.
Luego, como jugando una broma, Xiao Fong defecó en la cabeza de Wu Qinlan. Aunque Wu Qinlan no gritó como Meng Ning, su rostro se veía increíblemente desagradable.
Los espectadores estallaron en risas ante la escena.
Después de terminar su travesura, Xiao Fong voló de regreso a los brazos de Qin Qin y cerró los ojos, disfrutando de sus caricias.