La Madre Lao emitió sus amenazas, esperando que la chica llamada Qin Qin suplicara por misericordia. Hacía tiempo que había escuchado de su hija acerca de esta Qin Qin, una chica de una familia promedio pero con ganas de escalar la escalera social. Despreciaba a tales chicas más que a nada, preguntándose qué estarían tramando cada día.
Madre Lao pensó que Qin Qin rogaría por misericordia, pero después de esperar un rato sin ver que lo hiciera, miró sorprendida, solo para ver a Qin Qin con los labios curvados en una sonrisa indescifrable.
—Hmm, bien, ¡haz lo que quieras! —Qin Qin asintió ligeramente, sus encantadores ojos sonriendo mientras miraba a Madre Lao—. Originalmente pensé que la Señora Lao traía a la Señorita Lao a disculparse. Habría perdonado, viendo que vino a disculparse por sí misma, pero parece que la situación ha tomado un giro inesperado. De hecho, hay algo de lo que no estoy segura si debo mencionar.