Punto de vista de Giselle:
*****Advertencia*****
***Contenido Adulto por Delante***
—¡Stefan! ¡Ahh...! —salió de mi boca cuando lamió los labios de mi co*o con una lamida larga.
—Sujetó mis segundos labios entre su dedo índice y el pulgar, y los abrió bien para él.
—Bajó su cabeza y lamió mi feminidad con una gran lamida.
—¡Ahh! —Un suave gemido escapó de mi boca.
—Me retorcí cuando comenzó a comer mi co*o con lamidas profundas. Nunca había sentido una lengua en mi feminidad antes. Nadie me había comido así. La sensación era realmente nueva para mí.
—Inconscientemente, separé aún más las piernas para darle más acceso y él comenzó a comer mi co*o más rápido.
—Agarré las sábanas. El placer era demasiado para manejar y en el fondo sabía, que él apenas estaba empezando.
—¡AH! ¡STEFAN! —gemí en voz alta cuando chupó mi clí*oris.
—Parece que mi dulce pequeña Giselle está disfrutando que le coma el co*o. ¿Debería chupar más? —preguntó seductoramente, sin embargo, no dejó de comerme.
—La vibración en mi región inferior envió un escalofrío de excitación a través de todo mi cuerpo.
—Chupó mi clí*oris más fuerte haciéndome un desastre gimiendo bajo él. Mis manos dejaron la sábana y agarraron su cabeza con fuerza, manteniendo su boca más cerca de mi co*o.
—¡Quería más! ¡Estaba tan cali*nte por él! Quería todo lo que tenía para ofrecer y creo que él recibió el mensaje correctamente, ya que comenzó a comerme como un dragón hambriento que ha estado hambriento durante años y resulta que soy su plato favorito.
—La sensación de hormigueo en mi cuerpo inferior hacía que levantara mi pecho sobre la cama.
—Cuando pensé que ningún placer podría superar este, lentamente introdujo uno de sus dedos gigantes dentro de mi co*o.
—¡Ahh! ¡Stefan! —Sentí mi interior estirarse solo con su dedo gigante.
—No sé qué tan satisfactorio será cuando él introduzca su enorme po*lla dentro de mí y me f*lle duro y rápido como solía leer en esas novelas románticas.
—Ser f*llada sin sentido por él estaba dominando mi consciente Riven.
—¡Correcto, gime mi nombre! —Se levantó solo para decirlo y comenzó a ch*pármela con todo.
—Su dedo comenzó a moverse lentamente dentro de mí. Sabía que era virgen, así que lo hizo despacio. Nunca supe que ser lamida y dedeada por mi hermanastro se sentiría tan bien. No es de extrañar que mi subconsciente imaginara ser f*llada por ellos cada noche.
—Mientras estaba en mis pensamientos, Stefan comenzó a bombear su dedo más rápido mientras seguía chupando mi sensível clí*oris.
—Al principio, sentí dolor pero pronto fue reemplazado por el placer. Cerré los ojos y me entregué al puro éxtasis que me estaba dando.
—¡Ahh! —gemí cuando añadió otro dedo y comenzó a empujar sus dedos dentro de mí a un ritmo más rápido.
—¡Sí! ¡Stefan! ¡Más rápido! ¡Más! —Estaba tan excitada por él.
—Como una p*rra codiciosa, quería más.
—Moví mis caderas para empujar sus dedos profundamente dentro de mí. Todo mi cuerpo temblaba con los movimientos de sus dedos.
—¡Ah! ¡Sí! ¡Más rápido! ¡Ahí mismo! —Cerré los ojos cuando sentí que mi abdomen inferior se tensaba.
—¡Ahh! ¡Voy a correrme! —dije sumergiéndome en la piscina del puro placer.
—Pero para mi sorpresa, Stefan quitó sus dedos de mí. —Gemí enojada. ¿Es una broma para él? Estaba a punto de tener mi primer org*smo después de ser f*llada expertamente por sus dedos ¿y él retira sus dedos? ¿Quiere que esté s*xualmente frustrada?
—¿Por qué te detuviste? —pregunté con un rugido fuerte.
—¡Eres tan codiciosa, amor! ¡Espera! —Stefan respondió con una risa.
—Si esto es una de tus enfermas bromas, te mataré —apreté los dientes en enojo pero en el momento que nuestros ojos se encontraron, mi cuerpo comenzó a liberar jugos, estaba tan malditamente húmeda por él.
—Al ver mi desordenado estado, la esquina de la boca de Stefan se torció en una sonrisa burlona.
—Déjame decirte qué va a pasar a continuación. Voy a follarte con mi lengua hasta que no puedas más. Vas a venirte en mi boca y te chuparé hasta secarte —Stefan habló seductoramente y nunca había escuchado algo tan sexy antes.
Estaba empapada por él. ¡Lo quería tanto!
—¿Qué eres... AHH! —estaba a punto de hablar cuando él metió su lengua gigante dentro de mi coño.
Estaba tan confundida. ¿Cómo puede ser la lengua de alguien tan grande?
No me dio mucho tiempo para ajustarme ya que comenzó a empujar su lengua dentro de mí.
—¡Ahh! ¡Stefan! ¡Sí! —gemí más fuerte que antes.
Enganchó sus manos contra mis muslos para mantenerme en su lugar y comenzó a empujar dentro de mí más rápido.
Sentí su lengua alcanzar lugares a donde sus dedos no podían llegar. Sentía que su mera lengua iba a romperme el coño.
Mi agarre en su cabeza se apretó. Agarré su pelo con fuerza, no me sorprendería si se cayera algo de cabello cuando quitara mi mano.
—¡AHH! ¡SÍ! ¡MÁS! —grité como una mujer de las cavernas.
No podía soportarlo más. El placer era demasiado. Nada en este mundo se sentía tan bien.
Ni siquiera había pasado un minuto desde que introdujo su lengua gigante dentro de mí y siento mi abdomen inferior tensarse de nuevo.
—¡SÍ! ¡MÁS RÁPIDO! ¡STEFAN! ¡AHH! —En este punto, me importa un carajo si alguien me oye gemir su nombre, estaba a punto de alcanzar el orgasmo que tanto necesitaba. La liberación que he estado anhelando durante un mes ahora.
Stefan soltó su mano de mis muslos pero no dejó de follarme con su boca. Sus manos se deslizaron por debajo de mi camiseta 3XL y alcanzaron mis tetas.
Me retorcí cuando su mano fría entró en contacto con mi sensible brote. Mis pezones se endurecieron en atención. Empezó a masajear mis tetas mientras seguía follándome, cada golpe más rápido que el anterior.
El continuo follar mi apretado coñito con su lengua mientras sus manos expertas amasaban mis tetas era la combinación perfecta para hacerme llegar al límite.
—¡Stefan, me voy a correr! —grité cuando me sentí al borde.
Stefan apretó mis tetas fuerte para darme una señal de venirme en su boca.
Mi cabeza se echó hacia atrás en placer, los ojos se me fueron para atrás, mi cuerpo tembló con fuerza y tuve el más increíble org*smo de mi vida que hizo rizar los dedos de los pies. Me deshice en su lengua.
Como prometió, hizo un excelente trabajo al limpiarme. Lamía todo mi jugo, no desperdició ni una gota de mí. Todavía no había vuelto a la normalidad. Mi respiración todavía no había vuelto a la normalidad. Pero el movimiento de su lengua mientras me comía me hacía gemir continuamente.
—Sabes divino —finalmente, se retiró de mi co*o.
Abrí los ojos y vi al apuesto Dios griego frente a mí. Mis ojos recorrieron desde su hermoso rostro esculpido hasta su pecho tonificado y sus abdominales bien definidos. Finalmente, vi su erección. Estaba tan duro por mí.
De repente, la sección lógica de mi cerebro se despidió y no quise nada más que su colosal po*lla dentro de mí. Quería experimentar lo grandioso que se sentirá cuando me foll* cruda con su gigantesca po*lla. Estaba muriendo por engullir su completa po*lla dentro de mi co*ito virgen cuando me f*lle profundamente y rápido.
—Te quiero —las palabras salieron de mi boca antes de que pudiera procesarlas.
—Lo sé. Yo también te quiero pero estás cansada. Además, Kevin y Riven no están aquí. Te tomaremos juntos —dijo con una pequeña sonrisa.
—Te quiero ahora... ¡dentro de mí! ¡Fóllame duro! —salió más como una orden.
—Ohh, mi codiciosa pequeña Giselle. Me encantaría foll*rme tus Rivens, mi dulce compañera virgen, pero eso no estaría bien. No soy tu único compañero pero asegúrate, debo ser el primero en f*llar este co*o necesitado —me copó el co*o con rudeza y habló con voz seria.
—Mmmm —gemí, tenía sueño.
—Buenas noches, bebé —Stefan besó mi frente y salió del cuarto.
No pude responder, me quedé dormida inmediatamente debido al agotamiento.
.......
A la mañana siguiente,
Me desperté sintiendo un intenso dolor entre mis muslos. Ni siquiera lo hicimos pero aún así siento como si hubiera tenido una noche agitada. ¡Estaba tan adolorida!
Me levanté y arrastré mi exhausto cuerpo al baño. Tomé una ducha rápida y me cambié a un vestido de sol amarillo.
Estaba a punto de abrir la puerta y salir del cuarto cuando escuché un suave golpe en mi puerta. Mis ojos se agrandaron. Me pregunto si es uno de los trillizos. Tragué saliva y extendí mi temblorosa mano hacia el pomo de la puerta.
—¿Y si es uno de los trillizos otra vez? —no pude evitar pensar.