—¡Ahhh! —Un gemido fuerte salió de su boca cuando aumenté el ritmo sin previo aviso.
—¡Mierda! ¡Giselle! ¡Estás tan malditamente apretada! —gruñí mientras incrementaba mi ritmo y la f*llaba más rápido.
—¡Eres tan grande, Kevin! ¡Me siento llena! ¡Fóllame, bebé! ¡Fóllame más duro! —Ella casi gritó cuando me pidió que la f*llara más fuerte.
—Dime que me amas —dije, mi voz estaba llena de necesidad—. Y, disminuí mi ritmo.
—¡Arghh! —Ella gimió frustrada cuando no me movía tan duro y rápido como antes.
—¡Dime que me amas si quieres que te f*lle más duro! —exigí mientras le daba una estocada profunda y áspera dentro de ella, dejándole saber lo que obtendrá cuando confiese sus sentimientos.
—¡Ahh! ¡Te amo, Kevin! ¡Te amo, bebé! ¡Sí! —Ella gritó mientras movía sus caderas para engullir mi gran poll* profundamente dentro.